Cada 10 años la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) realiza un análisis de la situación del Medio
Ambiente en España (la OCDE está compuesta por 34 países, el “Club de los países
ricos” pues dominan el 70 % del mercado mundial y representan en torno al
80 % del PNB) en un informe que fue presentado el pasado día 2 de marzo en
Madrid por el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, y la ministra de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. Es un
documento de excepcional valor para comprender múltiples aspectos clave del
estado de conservación del Medio Ambiente en España, avances y retrocesos,
desglosado con frecuencia por Comunidades Autónomas y comparando a España con los
23 países de la OCDE del entorno europeo.
El informe
destaca de los últimos años aspectos positivos como el incremento de la
generación de energías renovables que ya llega casi al 40% (del cual la mitad
es de origen eólico), el incremento de superficie dedicada a la agricultura y
ganadería ecológicas o el incremento de la superficie de espacios naturales de
algún modo protegidos (donde destacan por porcentaje de territorio protegido
Canarias y la Rioja).
Pero a pesar de numerosos
aspectos positivos, la actividad industrial y el tráfico
de automóviles, camiones y otros vehículos continúa siendo una fuente
importante de contaminación y preocupación (especialmente grave en ciudades
como Madrid que a principios de 2015 alcanzó durante varias semanas niveles
alarmantes de contaminación atmosférica). Esta alta contaminación que ha
decrecido con la crisis económica puede verse ahora de nuevo incrementada si
avanza la recuperación económica del país.
Entre los
aspectos más llamativos del informe de 2015 sin duda destacan los datos
relativos a la conservación de las especies de flora y fauna, con un altísimo
porcentaje de especies amenazadas. Entre los vertebrados un 31% del total de
especies se encuentran amenazados. Por grupos, un 20% de los mamíferos
terrestres, un 25% de las aves, un 32% de los reptiles, un 34% de los anfibios
y un más que preocupante 54% de los peces de agua dulce. Esto último
relacionado muy directamente con la cada vez peor calidad ambiental de los ríos,
pero no solo por la contaminación de sus aguas, desecaciones, canalizaciones y
expansión de especies exóticas e invasoras, también porque, según la OCDE,
España es el cuarto país del mundo que más presas tiene en sus ríos, detrás de
EEUU, India y China. Entre las plantas superiores más de 1.000 especies se
encuentran amenazadas (entre un 15 y un 18%). En cuanto a los ecosistemas el 45% de los servicios ecosistémicos están degradados o son
utilizados de modo insostenible. Entre las causas que originas estas amenazas
a especies y ecosistemas destaca el informe la masiva construcción,
principalmente de viviendas e infraestructuras de trasporte. España, comparada
con los países de la OCDE del entorno europeo, es el país donde más se ha
estado construyendo a principios del siglo XXI, a un ritmo medio de 25.000 ha
anuales. Algo completamente desproporcionado y destructivo del medio ambiente teniendo
en cuenta la población del país y aún al turismo que se recibe.
La OCDE propone a España en este informe 28 recomendaciones,
tanto para mejorar las deficiencias en conservación del medio ambiente, como para
convertir la recuperación económica en un modelo de desarrollo más eficiente y
respetuoso con el medio.
El informe completo se presenta en forma de libro, en inglés.
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